Pues resulta que esta mañana le he metido dinero al bonobús y la máquina ha decidido que una moneda de 50 céntimos equivale a una de 1 euro y la muy cabrona me ha devuelto 7,50 en vez de 8 euros. Never forget, Tussam, NEVER FORGET.
Imaginadla ardiendo con el Dies Irae de fondo, por favor. |
Hasta aquí, todo información que os la pela.
El caso es que me he dado cuenta de que la vida está muy cara.
Fui al Lidl con 5 euros mal contados y una cara de drogadicta que más la quisiera Keith Richards y allí compré, además de los chicles, una bolsa de dentaduras de fresa y (como soy gilipollas y nunca miro qué hay en el frigo) un paquete de jamón york exactamente igual al que ya había en la nevera.
Me dirigí a la caja con estos tres ítems y volví a casa con ellos y menos de 20 céntimos en el bolsillo del pantalón.
¡Eh eh eh eh eh eh eh eeeeeeeeh, Lois, este no es mi vaso de Batman! |
Atención señores, señoras, mamá, que seguro que lees esto: Casi CINCO EUROS (lo que me costaron los leggings berlineses o la manta de Doraemon con la que me estoy cubriendo las piernas ahora mismo porque los pantalones están un poco en contra de mi religión) en chicles, un paquete de jamón york y otro de dentaduras.
O sea, me estáis diciendo que esas tres nimiedades se pueden comparar con ESTO:
No voy a comentar nada porque claramente no hay NADA que comentar |
Vivimos en un mundo en el que chicles y jamón york y dentaduras con colorante hecho de cochinilla tienen el mismo precio que una manta de Doraemon.
Pues yo, amigas, no quiero vivir en ese mundo.
Imagen del mundo en el que no quiero vivir. |
Pero como no me queda otra, pues nada, ya sabéis lo que se dice.
En fin, como regalo por haber leído esto sin esperar verme el escote, una foto mía en mis años mozos:
I can kill you with my brain |
Así que nada, voy a ducharme que estoy aquí cogiendo fresquíbiri.
Fresquíbiri es una palabra que me gusta mucho, algún día haré una loncha sobre vocabulario guay y frases de mi abuela (e.g.: "Mi chochito de oro").
Ea, que tengáis muy buenos días, y si no pilláis la referencia a Firefly de la leyenda (Blogger lo llama así, a mí no me miréis) de la última foto, pues de puta pena, gurls.
Tu uso del material gráfico está alcanzando cotas de magistralidad excelsior.
ResponderEliminarDe bebé dabas puto miedo, adior.
Gracias, es que nunca fui muy buena (y sigo sin ser) expresándome con palabras, así que desarrollé una gran capacidad para hacerme entender a base de imágenes absurdas.
EliminarY sí, de pequeña daba miedo y pertenecía a otra raza. Lo normal.
Yo la he pillado! Creo que es con brain pero ahí está. Cuandi quieras ayudar a otros con su look siempre les puedes ir cortando a con un cuchillo y diciéndoles que se ven mejor en rojo.
ResponderEliminarProbablemente sea con brain, sí, ahora lo cambio. No soy muy buena recordando cosas de Firefly que no sean LO MUCHO QUE AMO A KAYLEE.
EliminarA mi una vez una máquina de refrescos se me tragó un euro, llamé al número de la empresa e hice que me mandaran un giro postal con un euro :) y me gusta eso de tu cruzada antipantalones, si.
ResponderEliminarAh, eso de que no esperábamos verte el escote lo dirás tu 8)
PD: Aunque hubiera sido mejor poder contrastar otras perspectivas de tu trasero.
Yo es que no tenía muchas ganas de ponerme a liarla parda por 50 céntimos a esas horas de la mañana xD
EliminarY lo del escote lo digo porque al principio avisaba de que no habría fotos mías, así que no habría escotes.
Y decía el pediatra: 'No, tu niña no es bizca, es que tiene los ojos separados'. Gracias, me quedo mucho más tranquila.
ResponderEliminarBy the way... te recuerdo que la entrada a la Clink Prison costó también 5 libras, más de 5 euros...
ResponderEliminarDios, la Clink Prison, el mayor timo de todo Londres. Estoy por recomendársela a todo aquel que vaya, por lo menos se echará unas risas a costa de su propio sufrimiento.
EliminarCon cada post te superas, Becks.
ResponderEliminarGanas de ir a Sevilla a desvirtualizarte creciendo, jurotelo!
Y ahora, a cenar al fin~
Gracias :') Ven a Sevilla cuando quieras, que yo no me muevo de aquí, para mi terrible y penosa desgracia.
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