martes, 6 de agosto de 2013

Rebeca en La Princesa y La Costurera.

Tíos, no os vais a creer esto, pero hay una máquina de coser en mi casa

Y ME HA DADO

POR USARLA.



No es pa' tanto, Indi.

~ Un tejido sacas del telar

Luego pones el patrón

Tú lo coses para rematar

Y cumplida tu misión ~



Easy like that, motherfuckeeeers

(Clicad en el enlace porque en esa canción dicen "bailar con un mozo guapetón" y vale mucho la pena).


El caso es que soy una aventurera, una amazona, una guerrera, una valiente, y me he hecho un falda yo solita.



I DON'T NEED NO MAN.

El resultado desde lejos es divino, pero si te acercas y miras las costuras... No verás lo dobladas y mal hechas que están de la hostia que te meteré por acercarte sin permiso.

Ye be warned.


SUS MATO.

El caso es que tuve que descubrir yo solita, all by myself, cómo coño usar una máquina de coser. Que si ponerle hilos aquí, hilos acá, pisar un pedal... Una obra de ingeniería digna de las más privilegiadas mentes de nuestro planeta.



¿Cómo dices? ¿Que quieres usar una máquina de coser?

Y entre pitos y flautas (iba a googlear "pitos" y "flautas" para poneros las típicas imágenes chorra pero luego he pensado que lo que iba a encontrar sí que iban a ser chorras así que no) conseguí crear una bella "falda de capa" (¡mirad qué terminología! ¡toda una experta!) a base de tela que estaba a 2 euros el metro (mi gusto hortera es una bendición cuando se trata de gastar dinero, lo que me gusta a mí no lo venden ni a tiros y está todo barato).

Pero bueno, el caso es que después de desarrollar un curioso síndrome de Estocolmo hacia la silla de mi cuarto y empezar a tener conversaciones con el póster de Julie Andrews por falta de interacción social, salí a la calle por primera vez en mucho tiempo, lo cual me hacía falta después de traumáticos eventos como (SPOILER de Luther) la muerte del amor de mi vida, Justin Ripley.



AND IIIIIIIIIIIIIIII-EEEEEEEEE-IIIIIIIIIII WILL ALWAYS LOVE YOOOOOOOOOOUUUUU




Efectivamente.

Así que me puse mi falda, una camisa que cogí del armario de mi madre (como el 90% de prendas sosas "básicas" que tocan mi cuerpo) y me hice un conjuntito de putilla cincuentera (todo lo que quiero ser en la vida).



Reina, diva, modelo a seguir.

Antes de salir, le di mi móvil a mi hermano y le dije que me hiciera una foto, porque ese es el esfuerzo que pongo en conseguir material para este sándwich y la calidad que se puede esperar del presupuesto con el que cuento (ninguno).


¿Estás disponible, nene?

Decidí que esa foto no era suficientemente cutre y me hice una frente a un espejo y con flash, porque quería que se viera mi bolso en forma de piña y porque no os tengo ningún respeto como audiencia. 
.
Esa falda, cómo mola, se merece una ola. Y una foto decente.

Bueno, ¿qué os parece? En realidad me la suda lo que opinéis de mi falda, porque cuando salí me dijeron cosas bonitas sobre ella y porque...


Victorio y Lucchino dan su seal of approval.

Los echabais de menos, ¿eh, pillines?

En fin, esto es un sándwich sobre ropa creado para enseñaros lo que me pongo (o eso dije yo cuando lo creé) así que ahí lleváis.

"Pues esta entrada ha sido muy sosa, tiene poca cosa"








Pues a ver si voy a meterte yo cosas por cierta entrada de tu cuerpo...


¡Ah! También me hice un lazo a juego, porque soy lo más cuco de este país.



¿Veis eso? Llevo las uñas pintadas. Imaginad el nivel de aburrimiento que estoy viviendo.

Y bueno, poco más puedo decir. Esta loncha está un poco para rellenar y manteneos contentos, para enseñarle al mundo que tengo superpoderes y puedo hacer faldas, y para poder hacer más referencias a la gran obra cinematográfica Barbie en La Princesa y La Costurera. Y eso. No esperéis lonchas magistrales sobre batitas fresquitas a diario. Exigentes de mierda.


Me deberíais dar las gracias a mí.


Hala, que os den.