Una mujer en el armario

~ ¡TENGO UN 9,9 EN EL PARCIAL DE FONÉTICA! ~

Victorio y Lucchino están súper felices por mi éxito en la vida

Mi reacción al ver la nota en la plataforma virtual.

Bueno, bueno, bueno. Estamos que nos salimos. No solo el de Fonética ha decidido ponerme esa nota tan bella y asquerosa (9'9, dude... DUUUUDE) a la vez, sino que he visto en el frigorífico un solomillo descongelándose. If you know what I mean and I think you do...

'CAUSE I'M YOUR LAAAADYYYY AND YOU ARE MY MAAAAN ♥ 

Y bueno, la última loncha era un poco como de relleno... Para qué mentir. Pero es que hacía mucho que no actualizaba y pues bueno, me sentía mal. Así que me disculpo por su escasa calidad.

Si no me perdonáis al ver a esa mujer con cabeza de Betty Boop, está todo perdido.

Pero vamos, que no sé qué os esperabais, ¿una producción de escritos impoluta y perfecta? Ni que fuera yo aquí Shakespeare, vamos. Tócate los huevos.

Y a mí no me paga ni Dios.

Que a mí me han comparado con ee cummings (SÍ. SÍ, TÍOS, SÍ) pero de Willy tengo poco.
Pero no os preocupéis, esta no es de relleno, porque esta está dedicada a una diva, una reina, una inspiración absoluta para mi estilo a la hora de vestir...

RAFFAELLA CARRÁ

CHINCUE TRE CHINCUE TRE CUATRO CHINCUE SEI NANANÁ NANANANÁ

Yo no sé en qué pensaréis vosotros cuando digo Raffaella Carrá, pero yo pienso en todo lo que querría ser y no soy. Menos rubia. No soy rubia (en realidad ella tampoco), pero tampoco quiero serlo. Tampoco quiero ser italiana, pero bueno. Joder, ya me entendéis.

El caso.

Pocas cosas sabéis de Raffaella Carrá, pero eso se va a acabar.

¡El frotar se va a acabar!

Por ejemplo, ¿sabíais que Raffaella es una Time Lady? 

Tengo pruebas:

Timelords con su atuendo casual.

¿Cómo te quedas, nena?

ME QUEDO MUERTA.

Vamos, innegable.

Bueno, pongamos que no sois de Doctor Who y que os la suda eso. Pues da igual, porque si ese body rojo con plumas hasta en el cogote - literalmente - no os parece una jodida genialidad de la moda, a mí me dejáis de hablar. 

Como iba diciendo, Raffaella es UN ICONO DE LA MODA. Y como icono que es, hay que seguir sus directrices, por ejemplo: vestir como un alien sexy, siempre con purpurina.

Para hacer bien el amor hay que venir a Marte ~

Este es un estilo que ya vimos en mi loncha sobre el correcto atuendo masculino, pero es que en la moda no hay sexos. Si la ropa es fantástica, es fantástica tengas pene o tetas o no. Como mi abrigo de pelos, que he comprobado que convierte a los hombres en Mick Jagger cuando se lo ponen.

Este hombre NO es Jagger, es otro cualquiera pero con mi abrigo mágico. De verdad.

Y bueno, si es posible llevar transparencias y lentejuelas y más purpurina y una jodida mariposa gigante estampada en el pecho, se llevan.

Haga click en la foto para disfrutar de un TEMAZO.

Podríamos resumirlo todo en: Cuanto más apretado y más hortera, mejor. Es básicamente   en lo que se basa (valga la redundancia) mi estilo, que también puede ser denominado Futuristic Prostitute, entre otras muchas cosas. 

¡Jarl, no puedorl! ¡Rumorerl!

Y aquí termino mi breve y chorra análisis de la vestimenta de Raffaella para entrar en un tema no del todo relacionado pero importantísimo.

Y es que

Yo

TENGO UNA BANDA DE ROCK AND ROLL, UOUOOOH ~

Yo con mi banda de rock'n'roll

Vale, no, no era eso. Es que FUI A UN KARAOKE. KARAOKEEEEEEEEE.

HALLELUJAH!

Julie bailando y siendo sexy porque todo es genial en el universo.

Destrocé Bohemian Rhapsody y I Will Survive y vi cómo destrozaban exitazos de artistas del nivel de Camilo Sesto, Ana Belén, Melendi o Bisbal.

Definición gráfica del karaoke.

El caso es que ahora toda mi vida se basa en un nuevo objetivo: Cantar y bailar en el karaoke Prince Charming con la anteriormente mencionada Daphne. 

¡Porque ese es mi objetivo!

Cuando eso ocurra, probablemente haya vídeos y lágrimas y un apocalipsis nuclear porque nuestros corazones se habrán fisionado ante tanta felicidad y segregación de endorfinas. No os aconsejo salir de vuestras casas. No, no, digo nunca. Nunca salgáis de vuestras casas. Para qué hacéis eso. No hay nada bueno ahí fuera. Enfermos.

El mundo. En general. Cuando cantemos en el karaoke y cuando no.

Después de este momento de odio por el universo (es que hoy no he soñado con Stephen Merchant, así que todo ha sido una pérdida de tiempo), me despido. 

Que os den.